¡No es fácil decidir qué ponerme todos los días antes de ir al trabajo! Cada mañana tengo un estado de ánimo diferente e intento elegir mi ropa de oficina en consecuencia. Hoy me apetece algo de rojo, pero mañana... ¿Quién sabe? ¡Tan importante como el propio color, mi peinado también lo es!